DARKYRIA

PRÓLOGO

DARKYRIA te incitará a descubrir el nivel de oscuridad, el grado de penumbra, la
cantidad de tiniebla que guardas en cada célula y en cada átomo de tu cuerpo que
te permiten reconocer la existencia de tu indómita luz, a través de la oscuridad, la penumbra y las tinieblas que habitan en el interior de tu templo, que, gracias a lo habitable, te permitirán la existencia del luminoso universo creador en ti, custodiado por las exquisitas acciones prohibidas que la ausencia de la luz brinda.

Bastade pensar que cada rincón carente de luz es lugar perfecto para gestarse lo
malévolo, lo prohibido y lo incorrecto, es bien sabido que las cosas no las vemos como son, sino como somos.

Losamorosos amantes hacen suyos estos oscuros rincones para permearlos de luminoso amor, como lo expresa Sabines en su emblemático poema «Los Amorosos».

Laoscuridad que guardan los recovecos físicos y mentales hacen florecer lo socialmente prohibido, lo religiosamente pecaminoso y lo moralmente inapropiado, pero paradójicamente estos lugares son fuente inagotable de una hermosa energía buena para la vida, para la templanza del espíritu y para el resarcimiento del corazón.

La luzy la oscuridad resultan similares al impedirnos ver lo que habita en ellas, la
primera con su intensidad y la segunda con su espesura, pero sólo el grado de DARKYRIA será posiblevivirla al emanar en bien o en mal, en belleza o fealdad, dependiendo dequién relate la historia, como en el cuento de Caperucita y el lobo.

Mientraste aventuras en sus renglones, frases y descripciones notarás entre sus líneas la sutil oscuridad de DARKYRIA que emerge como Abraxas del interior del huevo energético, representación universal del mundo, como Hermann Hesse lo describe en «Demian», la serpiente alada como equilibrio perfecto de dualidad, del
Demonio que es un Ángel, de la mujer origen del hombre, del infierno con sus paradisiacas tentaciones, de las buenas acciones que parecen malas y de la muerte como vida eterna.

Todosen algún momento de nuestras vidas, seremos visitantes de DARKYRIA, pero nunca eternos habitantes, algunos retornarán habitualmente a caminar como adictos inquilinos, víctimas de una vida oculta. Otros vivirán con el exquisito remordimiento de haber visitado sus deleites, pero nunca se atreverán a regresar, sólo en pensamientos nostálgicos, y al final de la historia, todos seremos Darkyrianos en algún momento de nuestro recorrido como especie, sobre el oscuro universo de la indómita luz del Ser.

ARTURO MALDONADO